CONFIAR SIEMPRE ANTE LOS TEMORES

"Y les dijo: ¿ Por qué estáis así amedrentados ? ¿ Cómo no tenéis fe ?" (Marcos 4:40).
Los discípulos tuvieron miedo porque no conocían al que iba en la barca con ellos. Miraron al mar y se espantaron. Tenían para temer, pero le Señor los reprendió, porque su fe debía de haber sido más fuerte que sus temores. Vamos a abordar el tema de temores profundos que un creyente puede tener y su solución, la confianza en Dios. La confianza en Dios es muy difícil para la persona que tiene temores, porque es precisamente esto lo que no puede hacer, confiar en Dios, y devienen los temores.

Los temores inquietan mucho. Temes que vas a caer enfermo, que quedarás en el paro, que algo terrible puede pasar a tu hijo, que el marido te deje, que no te va a querer, que un familiar se te va a morir, que no serás capaz de desempeñar tus responsabilidades laborales, que fallarás como madre, que tendrás un accidente de carretera, y más cosas. Los temores son terribles. Tienen la capacidad de dejarnos paralizados e incapaces de enfrontar la vida. 


Si la solución es confianza en Dios, ¿ de dónde puede venir tal confianza ? ¿ De dónde viene la desconfianza ?  ¿ En qué hemos de tener confianza ? Empecemos con este último. Hemos de tener confianza en el amor de Dios, en que Dios es bueno, en su poder para advertir el mal, en su voluntad y en su sabiduría. El amor de Dios informa su voluntad, su voluntad es buena y sabia y Dios tiene el poder para que no nos pase nada fuera de su voluntad.



            La voluntad  de Dios, no es arbitraria, sino sabia, bien planeada y perfecta. Romanos 12:1, 2. Hemos de poner nuestra fe en lo que dice la Palabra y no en lo que dicen nuestros temores. "Sé los planes que tengo para vosotros, para bienestar y no para calamidad, para daros un futuro y una esperanza" (Jer. 29:11). "No nos ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana (o sea, inhumana, demasiado fuerte para un ser humano, insuperable), pero fiel es Dios que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también justamente con la tentación la salida, para que podáis soportar" (1 Cor. 10:13). Dios te guardará de lo que es demasiado fuerte para ti.



Mariela