PERSEVERANCIA

08.02.2011 13:26

"Corramos con paciencia (la fe que persevera) la carrera que tenemos por delante" (Heb. 12:1).

            La vida cristiana es una carrera ¡ toda la vida !, hasta que el Señor nos llame. No hay jubilación. Empezamos con el entusiasmo de la juventud, seguimos con el vigor y el pleno uso de las facultades de la madurez, y, terminamos con la sabiduría (¡ y los achaques !) de la vejez, pero siempre adelante, hasta llegar a la meta. El último tramo se complica mucho con problemas de la salud, pero "aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día" (2 Cor. 4:16). No nos desanimamos; proseguimos. No dejamos la carrera por demasiado difícil, y no nos rendimos. Seguimos. ¡ No vamos a ser pusilánimes !


            Toda la vida mi madre nos ha dicho: "Don´t be a quitter!", es decir: "No os deis por vencidos; no seáis de los que tiren la toalla". Todavía sus palabras resuenan en mis oídos. Lo decía con energía, con verdadero desprecio hacía esta actitud.

            El Señor nos ha llamado a ser vencedores como él venció (Ap. 3:21), y él venció recibiendo el poder del Espíritu Santo y la gracia de Dios necesarios para continuar hasta el final, superando todo obstáculo, hasta llagar a final de la carrera. Y nosotros suplicamos: "Oh Padre, dame la gracia suficiente para seguir su ejemplo. Amén". 



                                                                                                    Margarita Burt

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